En Corazón de Menta, la voz suave y aparentemente inocente de Blanca Soler encaja a la perfección con un beat de trip-hop misterioso.

Con Guillem y Jordi (Ciutat) en la producción, el tema se construye sobre un patrón rítmico oscuro y contundente. Arpegios de Wurlitzer distorsionados que remiten a Air, violines sintéticos y pads flotantes, marca de la casa Ciutat.

Una canción sobre el autoengaño como refugio, sobre cómo a veces una mentira dulce nos ayuda a dormir mejor.

Advertencia: altas dosis de mentol para corazones frágiles.