
Lil Ella no baja el ritmo. Tras varias entregas este año, la artista de Andújar (1999) lanza Torero, una canción que mezcla amor, celos y autoestima desde una metáfora tan clásica como brutal: la del toro y el torero.
El tema captura ese vértigo de fundir tu valor con la mirada del otro. Entre la vulnerabilidad y la arrogancia, Torero oscila entre versos desesperados y momentos de confianza desbordada: desde “¿Crees que podría ser un poco más guapa? ¿Crees que podría ser un poco más lista?” hasta el descaro de “Miro a todos los chicos pa’ que me miren de vuelta”.
A nivel musical, la canción no se queda corta en ambición. El bajo se adueña del protagonismo, agresivo y casi insolente, mientras las baterías viajan por el universo de Pure Heroine de Lorde y los hi-hats dialogan como en Why I Love You de Kanye West. El órgano en el puente aporta un respiro, abriendo una grieta de vulnerabilidad dentro de tanta fuerza. Como guiño, Lil Ella parafrasea el mítico Jueves de La Oreja de Van Gogh, retorciendo su nostalgia en forma de duda punzante.
Con Torero, Lil Ella reafirma lo que ya venía dejando claro en singles anteriores: su apuesta por un género urbano alternativo que se funde con el pop y la electrónica, siempre sin etiquetas y con una crudeza genuina. Y aunque apenas lleva unos años en la escena, ya ha pisado escenarios como el Primavera Sound y ha llamado la atención de medios como Vogue, consolidándose como una de las voces más libres y prometedoras del underground nacional.
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